Desde que Seattle implementó la decisión extrema de la ley de pago de entregas a principios de 2024, las pequeñas empresas de toda la ciudad han luchado por mantenerse a flote, ya que muchos consumidores no pueden permitirse el envío debido a esta política perjudicial. Añadir un impuesto estatal a prácticamente todos los bienes entregados sería otro golpe para los residentes de Seattle y Washington, que ya se enfrentan a una crisis del coste de la vida.
DoorDash se ha unido a cientos de empresas locales y repartidores de Seattle para abogar por cambios de sentido común que ayudarían a eliminar los altos costes en la ciudad. A pesar de la clara evidencia de que esta política ha fracasado, el Ayuntamiento se ha negado a tomar medidas.
Las cifras:
Seattle exige que a los repartidores se les pague casi 30 dólares la hora antes de las propinas–que es más de lo que reciben algunos de los servicios de emergencia de la ciudad.
Esta política elevó el costo de facilitar la entrega en Seattle y llevó a los consumidores de Seattle a realizar 1.7 millones de pedidos menos en el mercado de DoorDash en 2024.
Nuestras estimaciones muestran que las empresas de Seattle han ganado aproximadamente $40 millones menos en DoorDash de lo que habrían ganado en 2024.
Algunos de los pedidos de restaurantes locales más populares de Seattle en DoorDash costarían aproximadamente un 40% más después de tener en cuenta un impuesto estatal de entrega además de las costosas políticas de Seattle.
Como hemos informado anteriormente, los Dashers esperan una media de tres veces más entre pedidos con esta nueva ley.
Estas cifras reflejan fielmente las proyecciones que compartimos con los líderes de Seattle a principios de 2024, y muestran la devastación que esta costosa política ha tenido en las empresas locales. La política no solo ha aumentado los costes, sino que también ha incentivado el fraude: algunos malintencionados intentan burlar el sistema alargando intencionadamente los plazos de entrega de los pedidos o intentando cobrar sin hacer ningún trabajo. Aunque este tipo de fraude es poco frecuente y puede dar lugar a la desactivación, las condiciones de las leyes de la ciudad–incluidas algunas que facilitan a los defraudadores el abuso de las normas de Seattle para evitar la desactivación–hacen de Seattle un objetivo para este tipo de comportamiento.
Lo que viene: El estado de Washington está considerando ahora un impuesto adicional sobre prácticamente todas las entregas, sin excepción para artículos esenciales como comidas, pasta de dientes e incluso pañales. Esta política no haría más que aumentar el costo desorbitado de las entregas en Seattle y en todo el estado y agravar la actual crisis del costo de vida. No es de extrañar que esta propuesta sea profundamente poco popular entre los habitantes de Washington, ya que casi el 72% se opone a la creación de una tasa de entrega en todo el estado.
Por qué esto es importante: el estado aún no ha aprobado este impuesto que ha propuesto, y estamos haciendo todo lo posible para instar a los legisladores a que no aumenten los costes de las familias de Washington. La misión de DoorDash es potenciar las economías locales, y estamos defendiendo a los miles de negocios locales y habitantes de Washington que se verían perjudicados por otro aumento de costes.